miércoles, 14 de enero de 2015

En la más oscura de las noches

El vacío de la habitación asusta, me tengo miedo, temo los sentimientos a los que me encuentro sometida.
El resplandor del sueño es más luminoso que la luz del día. El poder oculto que trabaja en las formas, lo no pensado, en un instante de visión la inautenticidad.
Lo que debo repetir, el destino que necesito abrazar como un animal que apenas respira y anida en si mismo.
La inmovilidad fría de la que no puedo escapar pero no puedo estar cerca.
La frágil unidad que puede cobrar la vida "mi fin está en mis comienzos y mis comienzos en el fin".
Un acto que involucra el límite que quiebra las restricciones y pone en acción el erotismo, el tipo de sufrimiento que rompe en pedazos, instante de agonía divina en la que regreso a la noche perdida. Indagaciones de saco y cuerda a la búsqueda del verdugo.
Es arriesgado, hay que saber interrumpir la caída en el momento justo.
Como un personaje proscrito, renovando antiguos ritos mágicos.
La continua ironía que deshace el aguijón mortal. La cabeza que será calavera ya está vacía.
El fantasma despliega sus poderes y amenaza con apariencia pura del sueño y destino secreto.
Me debiste imaginar en la nave de los locos navegando hacía paraísos paradójicos donde todo se ofrece al deseo.
Esculpida en las sombras zarpando, más allá de los límites de la costumbre.
Permaneceré accesible fuera de los pórticos del tiempo.
Todo lo que necesito es el genio para saber como interpretarlo.
Ya no llevamos lo fantástico en nuestro corazón, para soñar no hace falta cerrar los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario