¿De qué va esto?

El punto de partida, la realidad se esconde detrás de velos de ilusión.
El objeto ante la mente, un paisaje, una taza de te o una cara arrugada, en la memoria en donde se convierte en recuerdo de una imagen-objeto definida.
No importa saber lo que hay que decir, sino lo que hay que callar.
Imperturbado flujo desde la mente de ideas personales y secretas, soplando (como un jazzista) sobre la imagen.
El encanto mágico de el guión separando respiraciones retóricas, tomando aire entre frases que soplan “las pausas medidas ”.
Ninguna selección, seguir la libre desviación hacia el pensamiento soplando, sin ninguna disciplina fuera de los ritmos y las afirmaciones reconvenidas, como un puñetazo sobre una mesa , ¡bang! —Sopla tan hondo como quieras —, satisfácete tú primero, el shock y el significado-excitación a través de las mismas leyes operando.
No tengas pensamientos-posteriores excepto por razones poéticas o posdatas. Nunca pienses-posteriormente para “mejorar” o sufragar impresiones  —manotea de ti la canción de ti mismo, ¡sopla! —¡ahora!— tu forma es la única forma —“buena” o “mala”— siempre honesta (“presuntuosa”), espontánea, “confesional” interesante, ya que no es artificial. El artificio es artificio. Probablemente significa que no significa nada.
Las estructuras como piedras en el río, donde el “principio” a medio-formar se convierte en el fino-necesitado “final” y acorta el último momento , siguiendo las leyes hasta la conclusión, el último goteo —El Final.
ESTADO MENTAL Si es posible “sin conciencia” en semitrance permitiendo al subconsciente admitir desinhibido, aquello que el consciente censuraría, excitada , de acuerdo (desde el centro hacia la periferia) con las leyes del orgasmo, el “nublamiento de la conciencia”.
Dejarse ir desde adentro, fuera —hacia lo relajado y dicho.
Y eso es como el corazón de todo, el resto de la mágia preparándote para sentarte quieta.