Un segundo mágico

Tuve la impresión de que por primera vez oía mi propia voz hablando.
Era arena lo que se escurría de los labios apenas abiertos. El primer beso fue mágico, el segundo íntimo, el tercero rutinario.
Oculto en el interior de la vida propia, invisible, impalpable, imperceptible, el misterio vivido una sola vez, alquimia del presentimiento.
A lo mejor las matemáticas me podrían ayudar a entender porque no aprendo a sobrellevarlo mejor. Porque no aprendo. Cada vez que aparece no aprendo.
Tendré que intentar dar a cada emoción una personalidad, sentirlo todo de todas las manera, saber pensar las emociones y sentir con el pensamiento.
Hay metáforas que son más reales que la gente que anda por las calles, vivo de impresiones que no me pertenecen.
Cuando me despedí de él volvía a tener el corazón en su sitio.