jueves, 5 de marzo de 2015

Al final de este día

El bar tenía hechuras de taberna decente, donde se encontraban tipos curiosos, caras sin interés, apartes en la vida.
Cambié con él una frase casual y me respondió en el mismo tono, tal vez nos aproximó la circunstancia absurda de coincidir.
He nacido en un tiempo en que la mayoría han perdido la creencia en Dios y yo soy de las que está al margen de aquello a lo que pertenezco.Tanto que si el corazón pudiera pensar se pararía, no se tiene fe con la razón, y yo la tengo en la divina fatalidad de las cosas.
Canto lento para mi sola, mientras para todos caerá la noche.
El derecho a triunfar hoy se conquista con la incapacidad de pensar y la amoralidad.
Si escribo lo que siento es porque así disminuyo la fiebre de sentir.
Soy un mendigo con sueños, el de los amores que no tuve y los triunfos que no fueron míos.
Una vez más la nausea física trasciende a la desilusión.
El éxito esta en tener éxito y no en tener condiciones para el éxito, en este mundo el poeta nació muerto.
Al final de este día queda lo que quedo de ayer, el ansia insaciable.
Mi hábito vital de incredulidad en todo.


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