domingo, 30 de agosto de 2015

La vida está de broma



Esa palabra estaba escrita en un arco de neón, a la entrada de la ciudad.

Hice una película de eso, planté un trípode y filmé los coches que llegaban y se paraban en el semáforo, bajo el arco.

"La España espiritual"

No había ido hasta allí para no enamorarme.

Aquella noche vi desde la ventana cómo el vecindarío se hacía añicos.

Parecía un milagro que no se prendieran fuego las cosas que no tenían que incendiarse.

La vida está de broma conmigo.

El hielo de mi copa tintineando, mi vaso cargado en la mano.

Por las noches no podía dormir.

Me despertaba en mitad de la noche, como si alguien hubiera subido el volumen, y allí estaba, en la oscuridad, escuchando el riff, esperando que entrara la guitarra, encerrada en su ritmo explosivo.

Aquel pedazo de canción taladrándome el cerebro.

Las prisiones tienen que estar escondidas no sólo geográficamente, también en el tiempo.

Yo ya había saldado mi deuda con la sociedad.

¿Cómo puedes luchar si no sabes con quién te las estás viendo?

Después bailamos. Le rodeé el cuello con los brazos. La camiseta se le pegaba al pecho con el calor del bar.

No le había besado, pero sabía que lo haría, y él sabía que lo sabía, ese dejarnos llevar hacía lo inevitable.

_Eres muy guapa_ dijo, apartándome el pelo de la cara.

_Tendrían que poner una foto de tu cara en las cajas de galletas.

Yo sonreí.

Y, cuando lo dijo, mi corazón se sobresaltó un poco.




" There is something on your mind, honey.

By the way you look at me ".

No hay comentarios:

Publicar un comentario